viernes, 16 de enero de 2015

HISTORIA DEL CALENDARIO Y LOS DÍAS DE LA SEMANA


Introducción para la guía:
El Hombre siempre ha tenido la necesidad de contar con el tiempo, pero se ha topado con diversos problemas para hacerlo, porque cuando se ha pasado un día, no regresa para que el hombre pueda contarlo.
Robinson Crusoe hacía muescas en un  fragmento de madera, así podría contarlos. Naciones enteras han hecho lo mismo, algunas usan piedras en vez de maderas.

 El hombre primitivo se encontró con un problema más serio, los días no se detenían para ser contados. Una vez que pasaba, pasaba para siempre. No tenían un calendario elaborado con días, meses y años. Sólo disponían de una larga serie de salidas y puestas del sol. Y salvo el cambio de las estaciones, bastante indeterminadas, todos los días se parecían mucho. Esto era lo que les servía para determinar el tiempo.

 Si pasaba algo que valía la pena, el sacerdote de la tribu hacía referencia al hecho diciendo: “El día de la luna llena, en el mes de la caída de las hojas, el año que enfermaron las vacas”.        Al avanzar la humanidad y aprender a dejar testimonio, los hombres contaron el tiempo de diferente manera, tomando como punto de referencia la subida al trono de algún rey, ejemplo: El tercer año de Darío.

 El año 900 después de Cristo los pueblos cristianos  decidieron unificarse y adoptar la era creada por Dionisio El Exiguo, que fue el primero en contar los años a partir del nacimiento de Cristo. Por eso fue tan importante determinar en qué año había nacido. Ahora contamos los años antes del nacimiento de Cristo usando las abreviaciones de a.C. y d.C. para después.

 Los babilonios fueron los primeros en descubrir  que la tierra se tardaba 360 días en dar la vuelta al sol y el año comenzaba en primavera. Como le sobraban algunos días, le agregaban un mes, a las doce originales en que habían dividido su año.

 Los babilonios se lo transmitieron a los romanos y de su calendario se tomaron los nombres de los meses.

Los meses del año

El primero en honor del Dios Jano que tenía dos caras, una delante y otra atrás, custodiaba las puertas ya que podía ver  dos lugares a la vez.

 Februa. Era una fiesta romana de purificación.

Marte. Que dio su nombre al mes de marzo, era el dios de la guerra.

Aprilis. Dio su nombre a Abril. La que abre la naturaleza.

         Maia, era una diosa con la cual bautizaron los romanos al quinto mes.

         Juno, la esposa del rey de los dioses que era Júpiter.

Julio, por emperador Julio César.

Agusto, por el emperador César Augusto.

 

El año contaba con solo 10 meses de 30 días cada uno, pero César Augusto exigió que el octavo mes llevara su nombre y además exigió que tuviera 31 días, entonces decidieron robarle un día a febrero y agregárselo a agosto.

 

El resto de los meses recibió su nombre de la palabra que significa en latín “séptimo”, “octavo”, “noveno” y “décimo”.

 

También a los romanos debemos el nombre del calendario.

Proviene de la palabra "calendae", nombre que le daban al primer día del mes y significa anuncio.

 Con la siguiente copla nunca se olvida cuántos días tiene un mes determinado.

Treinta días trae noviembre, con abril, junio y septiembre,

 De 28 sólo hay uno, los demás traen treinta y uno

 Pero nuestro calendario no es perfecto, se adelanta unos cuantos segundos cada año y para reparar el error, hay que tener un mes de menos días.

 Nosotros nos regimos  por el calendario gregoriano, de Gregorio XIII, que está regido por el sol y no por la luna.


Los días de la semana 
Las semanas son un producto de la mente humana y nada tiene que ver con el sol o con la luna. Los nombres de los días provienen de los siete planetas vagabundos  que hasta entonces conocía el hombre.

 Lunes se dedicó a  la Luna

Martes de dedicó a Marte

Miércoles se dedicó a Mercurio

Jueves se dedicó a Júpiter

Viernes se dedicó a Venus

Sábado se dedicó a Saturno

Domingo se dedicó al Sol.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por compartir tantas maravillas y ayudarme a realizar mi trabajo con mayor calidad y entusiasmo.
    BENDICIONES.

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